Basílica de Santa Práxedes
Qué ver Si deseas visitar este lugar, aquí tienes información útil al respecto.
La Basílica de Santa Práxedes es un verdadero tesoro escondido que merece ser descubierto durante tu visita. Esta hermosa basílica está llena de tesoros artísticos y arquitectónicos que sin duda te cautivarán.
Al entrar en la basílica, quedarás inmediatamente deslumbrado por los espléndidos mosaicos que adornan las paredes y bóvedas. Los mosaicos, en su mayoría del siglo IX, representan escenas bíblicas, santos y ángeles en colores vibrantes. Cada detalle está meticulosamente realizado, creando una atmósfera espiritual y envolvente.
Una de las principales atracciones de la Basílica de Santa Práxedes es la famosa Capilla de San Zenón. Esta pequeña capilla está adornada con mosaicos que narran la historia de la Pasión de Cristo. Los mosaicos de la capilla son considerados uno de los ejemplos más notables del arte bizantino en Roma.
Aparte de los mosaicos y las capillas, la Basílica de Santa Práxedes también alberga otros tesoros artísticos, como antiguos iconos y esculturas notables. Cada rincón de la basílica revela detalles sorprendentes y una rica historia que da testimonio de la fe y la creatividad de los artistas de la época.
Consejos Estoy compartiendo todos mis consejos aquí para visitar este lugar en las mejores condiciones.
Llega temprano para evitar las multitudes
Para aprovechar al máximo tu visita a la Basílica de Santa Prassede, se recomienda llegar por la mañana. De esta manera, podrás evitar las multitudes de turistas y disfrutar plenamente de la belleza y de la tranquilidad de este lugar sagrado.
Respeta el código de vestimenta
Asegúrate de respetar el código de vestimenta adecuado durante tu visita a la basílica. Usa ropa modesta que cubra los hombros y las rodillas, ya que es un lugar de culto religioso donde la decencia y el respeto son importantes.
Opta por una visita guiada
Para una experiencia más enriquecedora, considera participar en una visita guiada de la basílica. Un guía profesional podrá proporcionarte información interesante sobre la historia, la arquitectura y las obras de arte presentes, lo que te permitirá apreciar aún más tu visita.
Explora los Tesoros Antiguos cerca de la Basílica de Santa Prassede
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El Museo Nacional Romano consta de cuatro sitios: Palazzo Altemps, Palazzo Massimo, las Termas de Diocleciano y la Crypta Balbi.
Información Aquí encontrarás toda la información útil sobre este lugar (dirección, horarios, coordenadas, etc.).
(en 39 minutos)
Historia Cada lugar tiene su historia. Descubre todos los eventos que han marcado este lugar aquí.
La ardiente historia de la Basílica di Santa Prassede
¡La Basílica di Santa Prassede, qué maravilla! Esta pequeña basílica romana se encuentra en el Rione Monti, en la Via di Santa Prassede, a solo unos pasos de la majestuosa Basílica Santa Maria Maggiore. Su devoción está dirigida a la santa romana Práxedes, una figura llena de coraje y fe.
Una fundación gloriosa
En el año 491, una placa revela la existencia de un titulus Praxedis. Este titulus cuenta las pruebas de la familia del senador Pudens, quien según la tradición fue uno de los primeros conversos al cristianismo en Roma por el apóstol Pablo. Junto con Pudens, sus hijas Pudentiana y Práxedes también se convirtieron.
Pudens poseía una villa, cuyos restos se encuentran nueve metros debajo de la actual basílica. Allí ocultó a cristianos perseguidos, entre ellos, según algunas fuentes, al apóstol Pedro. Cuando Pudens fue martirizado, Práxedes y Pudentiana, con el consentimiento del Papa Pío I, construyeron alrededor del año 142/145 una pila bautismal para bautizar a nuevos creyentes. Práxedes y Pudentiana también sufrieron el martirio durante las persecuciones bajo Antonino Pío.
Un renacimiento divino
Después de la muerte de Pudentiana, Práxedes usó la riqueza de su familia para construir una iglesia sub titulo Praxedis. Allí ocultó a muchos cristianos perseguidos y recogió los cuerpos de los mártires encontrados y enterrados en las catacumbas de Priscila en la Via Salaria, donde ella misma fue enterrada junto a su hermana y su padre.
El Liber Pontificalis relata que alrededor del año 780, el Papa Adriano I. renovó completamente los restos del titulus Praxedis. La iglesia actual es el resultado de la renovación realizada por el Papa Pascual I en el año 817. Construyó un nuevo edificio en lugar del antiguo, que estaba en ruinas. La nueva iglesia, adornada con magníficos mosaicos, fue diseñada para albergar las reliquias de los mártires enterrados en el cementerio de Priscila. Desde el siglo IX, la iglesia se fusionó tanto con los edificios circundantes que su fachada ya no era visible desde la calle, una característica que persiste hasta hoy.
Un legado conmovido
A mediados del siglo XII, la iglesia fue confiada a los canónigos regulares de Santa Maria del Reno en Bolonia. Sin embargo, su gestión de todo el complejo arquitectónico fue insuficiente. Por eso, al final del siglo, el Papa Celestino III se vio obligado a retirarles esta responsabilidad. Su sucesor, el Papa Inocencio III, en 1198 entregó la basílica a los monjes del monasterio de Vallombrosa, quienes todavía son los dueños hoy en día. Durante la primera mitad del siglo XIII, las estructuras de la nave central fueron reforzadas añadiendo tres grandes arcos y seis columnas masivas. También se construyó un campanario en ese momento, ocupando una parte del transepto izquierdo. Probablemente debido a la asimetría del transepto, hacia finales de siglo se añadió la capilla que hoy se conoce como Capella del Crocifisso en el transepto opuesto.
A lo largo de los siglos, se realizaron diversas intervenciones en el interior de la iglesia a petición de los diversos cardenales que eran obispos titulares de la basílica. Entre estos benefactores se encuentran el cardenal Antonio Gentile Pallavicino, quien reconstruyó la zona presbiteral; Carlos Borromeo, quien restauró la escalera de acceso, la puerta principal y la sacristía, y abrió ocho grandes ventanas en la nave central (había 24 en tiempos de Pascual I); Alejandro de Médici, quien encargó la decoración de la nave central; y finalmente, el cardenal Lodovico Pico della Mirandola, quien a principios del siglo XVIII, en consonancia con el sínodo romano de 1725, llevó a cabo investigaciones sobre las antiguas reliquias, lo que llevó a otra intervención en la zona presbiteral y a la reconstrucción de la cripta.
A lo largo de los siglos XIX y XX, se tomaron varias medidas para descubrir las estructuras medievales, eliminando adiciones posteriores. Así, en 1918, el suelo se rehizo en estilo Cosmatesque, y en 1937 se retiró el estuco de la fachada para restaurar la estructura original.
El título cardenalicio de Santa Práxedes fue establecido por el Papa Evaristo alrededor del 112 y se le asignó a esta iglesia unos siglos después. ¡Qué historia tan emocionante!
Familia Si visitas este lugar con tu familia, estoy compartiendo algunos consejos geniales que harán las delicias de niños y adultos por igual.
Cuaderno de bocetos
Da a los niños un cuaderno de bocetos y lápices para que puedan dibujar los mosaicos y detalles arquitectónicos que encuentren interesantes. Esto les ayudará a observar detenidamente y a expresar su creatividad durante la visita.
Cuentos y leyendas
Cuenta a los niños historias y leyendas relacionadas con la Basílica de Santa Prassede. Por ejemplo, puedes hablarles de Santa Práxedes y su martirio. Esto agregará una dimensión fascinante a su visita y estimulará su imaginación.
Descubre el asombro cerca de la Basílica de Santa Prassede
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